Carta de SEAAV a S.M. los Reyes Magos
Queridos Reyes Magos:
Este año, desde la SEAAV os lo vamos a poner fácil, o difícil, según se mire.
De entrada hemos de decir que nos hemos portado bien. De hecho creemos haber alcanzado, y superado con creces, el umbral mínimo de bondad como para sospechar que, de solicitar algún regalo, nos será concedido sin ambages.
Nos hemos convertido en una sociedad universal. La dispersión de nuestros socios, lejos de diluir nuestras actividades, ha servido de acicate para buscar la reunión. Y vaya si lo hemos conseguido. Por fortuna hemos vivido en un momento tecnológico que nos ha ayudado a juntar lo disuelto, a acercar lo lejano. Y lo hemos aprovechado, que el pecado hubiese estado en la dejadez.
Y nos hemos dado cuenta de que los componentes el grupo son fundamentalmente gente buena. Buena no solo en el sentido profesional, que no viniendo mal, quizá no os preocupe, pero buena también en el sentido humano. Ese que hace que alguien se sienta bien solo con mejorar o intentar mejorar las condiciones del que tenemos cerca.
En nuestro ámbito profesional lo vemos día a día. Ya lo veníamos viendo desde hace unos cuantos años, ojo, pero quizá, el momento tecnológico ha servido de vehículo de sanas intenciones y de altruismo científico.
En el ámbito personal nos hemos constituido en una gran familia sin fisuras. Aquí lo de barrer para casa no se entiende. Aquello de «todos para uno y uno para todos», que se refería a un grupito de 3 ó 4, nosotros lo tenemos para uno inmenso. Se nos dibuja una sonrisa cada vez que alguno de nosotros sale de un atolladero como consecuencia del apoyo de uno, dos o de mil.
Por fortuna somos una sociedad en plena expansión. Cada día nos despertamos con que alguno de la familia ha alcanzado, de una u otra manera, el Olimpo de la anestesia veterinaria. Incluso llevamos a orgullo incluir dentro de nuestros componentes a compañeros de anestesia humana, que hasta hace nada considerábamos como nuestros hermanos mayores pero que, poco a poco, y superada la pubertad profesional, consideramos hermanos a secas.
Así que, lo dicho, no tenemos claro si va a ser fácil o difícil regalarnos algo. Os va a resultar fácil si os pedimos que las cosas sigan como están, que no es poco. Os resultará más difícil si os pedimos algo cuando prácticamente tenemos de todo.
De cualquier manera, y puestos a ayudar en la decisión, nos gustaría seguir creciendo como familia. Y creciendo en lo profesional. Y que nuestros queridos compañeros de trabajo vean que somos un apoyo y no un estorbo. Que el bienestar animal arraigue con mayor intensidad en nuestra sociedad.
Si os sirve de estímulo os diremos que sea donde sea que estéis, o por dónde vengáis, siempre habrá uno de nosotros dispuesto a ayudaros en caso de que dromedarios, burros, cabras, ovejas o cualquier bicho que os acompañe, necesite de alguien que alivie sus dolencias o lo anestesie con seguridad y cariño.
Os enviamos un caluroso abrazo y os deseamos un viaje perfecto.
SEAAV (O sus componentes)